¿Pensando en visitar Mae Klong Market y Amphawa?

En el anterior post, os comenté que tenía un par de días libres en Bangkok para hacer lo que quisiera. Uno, lo invertí en Ayutthaya y el otro, en visitar el mercado de Mae Klong y el flotante de Amphawa. 

Me moría de ganas por ver el famoso mercado por donde pasa el tren y los vendedores sobre las barcas en el agua, ¡qué felicidad!

Mi idea era ir al mercado flotante de Damnoen Saduak ya que es el más famoso de Bangkok. Empecé a leer opiniones de otros bloggers contando que estaba muy masificado y perdiendo toda su esencia como un mercado flotante tailandés tradicional.

Parecía ser que el mercado flotante de Amphawa estaba todavía menos explotado. La realidad con la que me encontré fue distinta. Estaba lleno de gente, cámaras y palos de selfies. A penas vi como cinco barcas todas ellas amarradas a un muelle de madera con las mesas de un restaurante. El resto de las barcas que había no eran de comerciantes. Eran agencias de turismo que ofrecían paseos por el río a un precio nada barato por cierto. No era desde luego la idea que me había imaginado en mi cabeza.

Cómo llegar a Mae Klong Railway Market

Para llegar a Mae Klong Railway Market la mejor opción es coger una minivan en la estación de autobuses de Mo Chit o como lo anuncian en la propia estación, Bangkok Bus Terminal Chatuchak.

Una vez dentro  justo en frente tienen varias ventanillas donde venden los tickets para los distintos destinos. Lo mejor es preguntar al personal y ellos te indicarán a qué ventanilla ir. El billete cuesta 100 BTH (2.64 euros) la ida y tienes que esperar en los asientos de la sala a que te llamen para subir a la minivan ya que no salen hasta que se llena.

La ruta que aparecerá en tu billete será Bangkok- Samut Songkhram que es la villa donde se encuentra el mercado de Mae Klong Railway Amphawa. 

Una vez llegamos a la estación de autobuses, seguimos a la gente andando hasta el punto exacto de la estación de Maeklong que es desde donde sale y llega el tren.

A partir de esta señal, ya es andar y cotillear por la vía y los alrededores a tus anchas, sin prisas, disfrutando. Es  genial ver cómo los vendedores se hacen hueco en la vía con sus barreños de agua vendiendo peces, frutas, pescado frito, verduras y de todo. A pesar de que también estaba lleno de turistas, sin embargo, sí me quedó la sensación de que era una actividad comercial local . Muchos curiosos, pero todos los compradores eran tailandeses.

Horarios de paso del tren en Mae Klong

Es mejor que consultes a los locales o incluso turistas que te encuentres en el camino por si han cambiado las horas, nunca se sabe.

• Llegadas a la estación: 8:30, 11:10, 14:30 y 17:40
• Salidas de la estación: 6:20, 9:00, 11:30 y 15:30

Por favor, turismo responsable en Mae Klong

¿Por qué digo esto?

Porque está totalmente prohibido entrar a la vía del tren si está a punto de llegar. Ni más ni menos.

Había mucha gente posando para la típica foto de Instagram con el tren muy cerca. El conductor sonaba el silbato para que se apartaran. Los propios vendedores gritaban y hacían aspavientos con las manos para que se quitaran y es que, ¡qué pesados son algunos con las malditas fotos!

Si está prohibido, está prohibido. Tenemos que respetar las normas de los países que luego a nosotros nos gusta que sea al revés. 

Lo mejor del mercado de Mae Klong

Lo mejor sin duda del mercado para mí, es la llegada del tren. 

Cuando el tren va a pasar los mercaderes tiene que recoger sus toldos para dejar espacio al tren y apartar sus barreños, cestas y productos de la vía. Si no, corren el riesgo de que toda su mercancía se aplaste.

Es un momento súper excitante y divertido que dura a penas unos segundos, pero yo lo viví con mucha emoción☺️

¿Sabías que los vendedores se negaron a renunciar a sus actividades comerciales cuando se estaba construyendo la vía ferroviaria ya que este mercado existía antes que el tren?

Los locales se han amoldado perfectamente a esta circunstancia pues los toldos se recogen muy rápido, avisan por unos altavoces del paso del tren y algunos puestos tienen ruedas para que sea más fácil apartarse. Este mercado a pesar de los turistas, me pareció muy auténtico.

Mercado flotante de Amphawa

Bueno, bueno, bueno, esto tiene miga.

Después de visitar Mae Klong pensamos que ya era hora de seguir con la ruta. Salimos hacia una de las calles paralelas.

Lo primero que pensamos fue en coger un tuk tuk porque mi pareja estaba con muletas, pero nos pedían mucho dinero ??por llevarnos.

Sé que lo hicieron a propósito sabiendo que lo teníamos crudo para movernos debido a las muletas y que les íbamos a terminar diciendo que sí. Aseguraban NO saber si había otra forma de ir a Amphawa.

Seguí buscando alternativas como autobuses por mi alrededor, pero nadie me entendía en inglés que queríamos ir a Amphawa. Al final, un conductor me señaló una parada de camionetas locales azules que llevaban al mercado flotante de Amphawa y nos montamos. Lo mejor de todo es que esta parada de camionetas estaba muy cerca de los conductores de tuk tuks.

Si, los que decían no saber nada de cómo ir. 

No sabíamos bien dónde pararnos, pero unas estudiantes nos indicaron la parada y tras su aviso, nos bajamos de la camioneta. La calle estaba vacía así que nos pusimos a andar para encontrar a alguien y preguntar el camino hacia el mercado.

Me topé con una señora muy mayor y su hija que no hablaban nada de inglés. Con señas y chapurreando palabras, intuyeron que les preguntaba por Amphawa. La mujer muy amable me agarró del brazo y nos llevó andando hasta la entrada del mercado flotante que estaba a cinco minutos de donde nos bajamos.

Amphawa es una pequeña localidad situada en la región de Samut Songkhram cuya fuente de ingresos principal era la agricultura. Debido a que la ciudad está a orillas del río Mae Klong, los locales construyeron sus casas muy cerca ya que trasladar los botes era más fácil.

Este mercado abre de viernes a domingo desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche.

Nada más entrar al mercado hay un par de restaurantes uno a cada lado donde comimos. Llevaba viendo todo el viaje las famosas ” Honey Toast” y me negaba a dejar Tailandia sin probarlas. Tostada de miel con chocolate, helado de vainilla, plátano y como no, mango. Otra cosa a la que me volví adicta en Tailandia es al “smoothie de sandía” que también se ve al fondo la foto.

El mercado flotante de Amphawa estaba hasta los topes. Elegimos  visitar este porque leí que estaba menos masificado que el famoso Damnoen Saduak.

La realidad fue distinta.

Me llevé decepción porque casi todas las barcas sobre el agua eran:

1. Propiedad de agencias de turismo para llevar a los turistas a recorrer el río.
2. Propiedad del restaurante y las cocineras preparan la comida en ellas.

El intento fallido de ir a Damnoen Saduak

Estuvimos menos tiempo del previsto en el mercado flotante de Amphawa así que, decidimos probar ir al famoso mercado flotante de Damnoen Saduak para curiosear.

Aquello fue misión imposible.

Tras salir de Amphawa, vimos un taxi pasando delante de nosotros y conseguimos pararlo. Le preguntamos si nos podía llevar a Damnoen Saduak y nos dijo que sí.

Nos montamos.

NOTA: en Tailandia todos los taxistas te dicen que “yes, yes, yes” a todo, pero en realidad ,a veces, no te entienden. Eso mismo pasó.

No sabía a dónde nos tenía que llevar pero el taxista seguía conduciendo. Tuvimos que parar en el arcén de la carretera unos kilómetros más adelante para que llamara a centralita y nos pusiera con alguien que hablara inglés.

Aquello fue un gallinero.

El taxista hablando en tailandés a la vez que la telefonista de centralita hablando en inglés. Por un momento, pareció ser que la telefonista entendió a dónde queríamos ir, se lo comunicó al taxista y arrancó el coche. Al cabo del rato, veo un cartel anunciando el mercado de Damnoen Saduak y el taxista se pasó de largo.

De nuevo con gestos, le pedimos por favor que pare porque se lo había pasado. No nos entendió. Paramos en un arcén otra vez. Volvió a llamar a centralita. Le explicamos a la operadora que se había pasado y que teníamos que echar marcha atrás.

De pronto, se acerca una anciana local a la ventanilla que se pone a hablar con el conductor y conmigo en tailandés (no sé hablar tailandés) mientras que la operadora con el manos libres sigue hablando en inglés y tailandés. El principio de una comedia, vamos.

Al final, el conductor dio media vuelta hasta llegar al cartel. No había nadie en el parking. Salí corriendo sola a ver si me encontraba a alguien para preguntar dejando a mi pareja esperando en el taxi porque no teníamos cómo volver a la estación. Estaban cerrando el mercado.

Volví al taxi y el conductor llamó a la telefonista y le pedimos que necesitábamos ir a la estación de Samut Songkhram, que era lo seguro, para coger una mini van de vuelta a Bangkok. 

Finalmente llegamos a Bangkok.

A pesar de este contratiempo disfruté del día mucho y me fui muy contenta con las fotos que pude sacar.

Mi consejo es que ok, está genial ir a la aventura y vivir esa adrenalina de buscarte la vida, pero no siempre sale bien. Nos confiamos en que iba a ser pan comido moverse por esos sitios e ir de un lado a otro y no, no salió bien.

Espero que hayas disfrutado de este relato y me cuentes si has tenido alguna experiencia parecida.

Un abrazo viajeros!!