¿Estás pensando en visitar Chiang Rai?

Conocía cosas sueltas sobre Tailandia. Siempre me había llamado la atención de un modo especial pero…¡quedaba tan lejos de España!

De entre todas las fotos que había visto sobre Tailandia me llamó la atención un templo blanco inmaculado. Era un templo radiante, enorme con un puente que daba acceso a la entrada y del que en voz alta pensé:

tengo que verlo con mis propios ojos.

Para situaros un poco os cuento unas breves pinceladas sobre la historia de Chiang Rai.

Breve descripción de Chiang Rai

Chiang Rai se encuentra en el distrito de Mueang Chiang Rai en la provincia que recibe el mismo nombre. Es una de las ciudades más grandes del norte de Tailandia y se fundó en 1262 por el rey Mangrai.

Hacia el año 1296, este mismo rey erigió una nueva ciudad conocida en la actualidad como Chiang Mai. La ciudad se convirtió en el centro neurálgico del reinado Lanna dejando a Chiang Rai con un reducido estatus político y económico.

Unos años más tarde en 1558, Chiang Rai fue conquistada por Birmania y permaneció bajo su dominio durante varios cientos de años.

En 1774 el rey Taksin de Siam consiguió separar Chiang Rai con el reino birmano y anexionarla de nuevo con Tailandia. Sin embargo, Chiang Rai fue administrada por Chiang Mai hasta 1910.

Conocer un poco sobre la historia de las ciudades siempre ayuda a tener una visión global sobre el desarrollo de la misma o, entender mejor los procesos de cambios socioeconómicos y culturales que han sucedido a lo largo de los años.

¿Qué hacer en Chiang Rai en un día?

Durante mi estancia en Chiang Mai tenía muy claro que un día me iba a escapar a hacer una excursión a esta ciudad y ver por fin el Templo Blanco.

Contraté un tour con paradas en Wat Rong Khun (más conocido como el Templo Blanco), Museo Baandam o lo que es lo mismo Casa Negra, Wat Rong Suea Ten popularmente llamado Templo Azul y por último, Wat Huai Pla Kung y  Big Buda.

Jamás olvidaré ese día. Me lo pase increíblemente bien. Coincidí en el mismo tour con una pareja de amigos que viajaban juntos desde Argentina y con los que hicimos muy buenas migas. También, compartí esta experiencia con un amigo español que conocí en su paso por Chiang Mai y con el cual mantengo la amistad.

Al final del tour entre risas y con más confianza, los cuatro quedamos para cenar al día siguiente y despedirnos ya que los argentinos regresaban a casa. Fue una noche genial.

Llegada al Templo Blanco

El camino de ida desde Chiang Mai a Chiang Rai se me hizo muy corto y ameno. Todos íbamos contando historias y anécdotas entre risas. De pronto, el Jeep se paró en la carretera y empezó a maniobrar para estacionar. Giré mi cuello hacia la ventanilla de mi derecha ya que iba distraída hablando y ahí estaba impoluto, el Templo Blanco. Mucha gente se espera que este templo se encuentre en un recinto exclusivo, pero es justo todo lo contrario. Se encuentra pegado a la carretera de entrada a la ciudad.

El Templo Blanco es un templo budista contemporáneo. No te va a dejar indiferente si eres de los que piensa que todos los templos son iguales. A este templo se le compara de broma con la Sagrada Familia de Barcelona ya que se empezó a levantar en el año 1997 pero hasta la fecha está sin acabar. Según cuentan, el complejo contaría con nueve edificios en total. El creador de esta maravilla es el artista visual Chalermchai Kositpipat quién se graduó en una de las universidades tailandesas más pioneras en cuanto a arte visual llamada Silpakorn University.

Lo primero que llama la atención del Templo Blanco es el color elegido. Se piensa que el color blanco en el budismo simboliza la pureza de las enseñanzas de Buda. Además, está cubierto también por mosaicos de espejos que centellean de manera incesante con los rayos de sol produciendo un brillo continuo en el templo.

Se compara de manera simbólica con la sabiduría de Buda que brilla en el universo.

Otra de las cosas que más llaman la atención antes de entrar en el templo son las extrañas cabezas que decoran el recinto. Hay varias de ellas colgando de las ramas de los árboles algo muy inusual, ¿verdad?

¿Conoces a todos los que salen en la foto? De izquierda a derecha, Golum (El Señor de los Anillos), Hellboy, Iron Man y Pinhead. En la foto de abajo Es muy común ver a los turistas haciéndose fotos con ellos y te preguntarás qué hacen ahí.

Una de las cosas que el autor de esta obra quería reivindicar es cómo los humanos nos tenemos que desprender de las cosas terrenales que nos distraen en nuestra cotidianidad para llegar a la iluminación.

Es precisamente una de las doctrinas principales del Budismo; el origen del sufrimiento se encuentra en el deseo y para evitar caer en él debemos desprendernos de todos aquellas pasiones y anhelos. Las figuras de las cabezas de nuestros héroes y villanos más aclamados no es sino la representación de estos deseos  y distracciones que nos intentan sucumbir día a día. Interesante, ¿verdad?

Dejando a un lado el exterior de el Templo Blanco lo siguiente que llama la atención es el acceso al templo pues para entrar debes de cruzar un puente muy peculiar.

Estás viendo bien; manos, muchas manos. Si te fijas bien, te vas a dar cuenta de que todas están abiertas como en disposición de estar pidiendo. Esto no es por casualidad. El autor tuvo la intención con esto de mostrar que, para llegar a la iluminación primero, hay que pasar por el sufrimiento y vencerlo como explicaba unas líneas más arriba con respecto a una de las doctrinas budistas más importantes.

Las manos abiertas simbolizan una vez más los padecimientos, angustias, anhelos o calamidades por los que los seres humanos atravesamos. Es por ello, que da la sensación de que son personas como pidiendo limosna, personas en situación de calvario. Visitar el Templo Blanco es sin duda, hacer una reflexión sobre la vida.

Tras cruzar el puente y antes de entrar a lo que se conoce como Ubosot (centro de reuniones) se levantan frente a ti dos enormes figuras que son los Rahu en el budismo y representan al demonio. La función de éstos no es otra que sentenciar el destino final de los humanos, es decir, decidir si la persona es merecedora de la iluminación o no. Algo parecido al purgatorio para las teologías católicas.

La entrada al Ubosot tampoco deja indiferente. Lo que mayormente prima en el interior son pinturas una vez más de personajes de ficción o dibujos animados. Pokemon, Hello Kitty, Doraimon, Minions, Harry Potter, Spiderman, Superman, Elvis o incluso Michael Jacskon entre muchos otros. Una vez más, la intención DE esto es mostrar cómo estos personajes animados o reales a veces, han captado a las masas de manera pandémica. Esto es, causando auténtico fervor y devoción la cual obnubila al ser humano alejándole de las doctrinas y verdades budistas. Es una bonita reflexión y además algo que realmente sucede en la sociedad en general.

A diferencia de otros turistas, no saqué ninguna foto del interior del Templo Blanco porque pone claramente que está prohibido. De cada uno depende ser o no respetuosos cuando viajamos.

Casa Negra

Cuando visitas Chiang Rai te va a venir a la mente lo irónico que es visitar El Templo Blanco y La Casa Negra en un mismo día o como en mi caso seguidos porque uno es la antítesis del otro. La Casa Negra es una casa y estudio a la vez convertido ahora en museo que se compone de cuarenta cabañas de distintos tamaños. Algunas de ellas son las prototípicas casas tradicionales tailandesas construidas con madera. No hace falta decir el color usado de todas estas cabañas. A priori, La Casa Negra tiene un aire un poco dantesco pero después de un tiempo paseando para mi gusto, la visita se vuelve un poco repetitiva.

El artista de La Casa Negra es Thawan Duchanee un aritsta local contemporáneo nacido en Chiang Rai y formado en la Universidad de Bangkok donde estudió arte. El artista también se formó durante un periodo de tiempo en Holanda y sus obras han recorrido el mundo entero.

Esta construcción es la más grande de la Casa Negra y se encuentra justo en la entrada. En ella vas a ver lo principal que guardan el resto de las cabañas como por ejemplo, cuernos de búfalo, calaveras, pieles de animales o conchas enormes.

También puedes ver cabañas donde el autor del conjunto que falleció en el año 2014 realmente usó como vivienda. Puedes visitar el servicio, su dormitorio o el comedor entre otros.

Además de las cabañas, hay otras edificaciones en la Casa Negra de formas circulares con más pieles de animales en este caso cocodrilos y asientos alrededor como si fuera una sala de reuniones. Se considera que las calaveras, las pieles de animales, los cuernos y las conchas hacen alusión a la muerte y al sufrimiento en general que hay en el mundo mostrando la parte más oscura de la humanidad. Todo parece no tener vida en este lugar y el color negro de las cabañas incita aún más a pensar en la muerte.

La Casa Negra se ha convertido en uno de los reclamos turísticos de la ciudad de Chiang Rai sin embargo, bajo mi punto de vista de las cosas que visité es la que peor sensación me dejó. Es la primera vez que visitaba una casa convertida en museo de estas dimensiones pero en general el conjunto me pareció bastante monótono y repetitivo.

El Templo Azul

Fue todo un acierto pasar a visitarlo. Lo recomiendo totalmente. El Templo Azul se encuentra a las afueras de Chiang Rai y junto con el Templo Blanco y la Casa Negra hacen de la ciudad de Chiang Rai una auténtica paleta de colores. La construcción (todavía no terminada) del templo empezó en el año 2005 y tres años más tarde fue cuando se terminó el Buda blanco de unos siete metros que preside el interior del recinto. Más tarde en 2016 fue cuando se finalizó el recibidor principal que alberga al famoso Buda de las manos del artista Phuttha Kabkaew que fue un aprendiz de Chalermchai Kositpipat quién si os acordáis, es el autor del Templo Blanco.

El Templo Azul cuenta también con una pagoda azul y dorada como el exterior del mismo.

El color azul del templo representa Dharma en tributo a Buda por sus enseñanzas pues practicando el método Dharma que consiste en hacer biel al prójimo, compartir o desarrollar buenas conductas y pensamientos entre otras cosas, se consigue una conducta como normativa y moral que ayuda al hombre a evitar el sufrimiento ya que dota al individuo de una paz interior.

En el interior del Templo Azul vas a encontrar motivos caleidoscópicos muy coloridos en las paredes y techos, narraciones pintadas de la cultura budista al igual que personalidades de la misma. Sin duda una parada obligatoria.

Estatua de Kuan Yin y Wat Huai Pla Kung

La enorme estatua de Kuan Yin y Wat Huai Pla Kung  fue la última parada del día pero no por ello menos emocionante es más, fue un final perfecto. El templo Wat Huai Pla Kung es un templo de estilo chino formado por nueve plantas. La arquitectura china se caracteriza por distribuir el espacio en secciones rectangulares impares normalmente de distintos tamaños formando el actual templo el cual, tiene en su parte más superior una estupa. Otra de las características de las pagodas chinas es sin duda, la altura desde la cual, los curiosos pueden disfrutar de unas vistas privilegiadas. Sin duda esto ha provocado que sean ahora un reclamo muy turístico.

Este templo está presidido por dos enormes dragones que son los animales legendarios de China. Estas criaturas mitológicas son consideradas sabias y poderosas y es por ello que se han convertido en un gran símbolo para la cultura china. Si tienes la oportunidad, espera a que caiga el sol pues la iluminación de este templo es una maravilla entrada la noche.

Justo al lado de Wat Huai Pla Kung se encuentra otro templo de color blanco el cual estaba en construcción y no se podía acceder al interior tan sólo asomarte un poco.

Otra de los reclamos de este precioso conjunto es la enorme estatua de la bodhisattva (rango espiritual de una persona muy implicada en las enseñanzas de Buda) Kuan Yin o Guanyi la cual se ha convertido en los últimos años un verdadero objeto de veneración para los tailandeses. Está asociada principalmente con la compasión y misericordia y a pesar de que su culto tiene origen en la cultura china sin embargo, otras culturas asiáticas lo han adoptado a sus prácticas religiosas por ejemplo, Tailandia, Japón o Taiwán entre otros.

Guanyi siempre aparece representada vestida de blanco sobre un pedestal de flor de loto sosteniendo un jarrón de agua pura en una mano y un rama de sauce en la otra.

El interior de la estatua es sorprendente. Puedes acceder a la parte superior que es la cabeza y contemplar figuras del arte chino budista y la precisión y detalle con que éstas han sido construidas sobre todo en los ropajes y las joyas. Cabe destacar una notable diferencia entre los budas ya que los verás o muy delgados o rollizos. Los budas delgados que es la imagen más común que tenemos normalmente en nuestra mente, es la que viene de India dado que Siddharta Gautama nació e inició sus enseñanzas en esta región. Debido a su estilo de vida humilde se le representa siempre con un aspecto delgado.

Por otro lado, ya te habrás percatado de ver otros budas de aspecto más obeso y sonriente provenientes de la cultura china los cuales van a veces acompañados de joyas como símbolo de fortuna y buenaventura. Otra característica notable es el tamaño de las orejas de los budas chinos que suelen ser grandes como símbolo de entre otras muchas cosas de la riqueza y la buena suerte.

¿Reconoces el símbolo de esta estatua? La cruz gamada usada por Hitler es en realidad un símbolo representativo del budismo además de haber sido usada en otras culturas también. En el budismo esta cruz suele aparecer de manera horizontal sobre el torso de Buda a diferencia del nazismo que se usó más de manera romboidal.

Debido a la asociación de la esvástica dextrógira (movimiento en el sentido de las agujas del reloj) donde el brazo superior apunta hacia la derecha como el símbolo nazi, las esvásticas budistas son levógiras (movimiento en sentido contrario a las agujas del reloj) desde mediados del siglo XX donde el brazo superior apunta hacia la izquierda como en el caso de la estatua de la fotografía.

Lo que no te puedes perder es una vez estás dentro de la cabeza de esta enorme estatua asomarte por la pequeña ventana que queda situada en medio de la frente. Desde ella puedes contemplar estas alucinantes vistas. Es el cierre perfecto para este día.

Cuando estábamos dentro visitando el recinto tuvimos la suerte de coincidir con un monje veterano el cual se nos acercó a hablar. Nos quedamos todos petrificados a penas sin palabras ni saber muy bien qué decir porque fue algo inesperado.

El monje nos preguntó sobre las impresiones del lugar y sobre qué nos transmitía pero creo que por los nervios fuimos incapaces de articular más de cuatro palabras en inglés que tuvieran sentido. El monje se debió de quedar igual de atónito que nosotros ante tanta poca fluidez verbal que demostramos. Cosas que pasan con los nervios pero en cualquier caso aceptó de muy buena gana sacarse una foto con nosotros. Ahora que lo pienso y veo con persepectiva, me arrepiento de no haber aprovechado la oportunidad de charlar con él pero bueno, es lo bueno que tiene viajar, vienen otras nuevas oportunidades.

Fue un día muy entretenido y me encantó todo lo que vi por eso, te recomiendo que hagas esta visita en tu viaje a Tailandia. Espero que hayas disfrutado de este post y si tienes alguna pregunta no dudes en contactarme.

Un abrazo viajer@s!